martes, 1 de noviembre de 2022

 RECUERDA
Recuerda lo que una vez fuiste, viviste, soñaste.
Esa persona eres tú también ahora, mañana, pasado.
Aunque haya cosas que ya no vuelven. Vienen y se van.
Como las hojas al caer del árbol.
El ciclo de la vida no acaba
y yo recuerdo aquellos días de otoño,
lo recuerdo tan cerca, tan lejos...
Somos lo que fuimos, si recuerdo no muero
Hasta el fin de mis días estará e mi corazón





domingo, 1 de mayo de 2016

A mi madre



Son dos soles tus ojos,
tus ojos que me miran
ávidos de esperanza.
Tus ojos son lucha,
son fuerza, son alma.
Y es que en ellos me
protejo, me dan paz, me alivia. Tus ojos me calman.
Mamá, acógeme en tus ojos,
que son ávidos de esperanza.
Cántame una nana y espérame
en tu mirada.
Una mirada que nunca se cansa
de que la miren.
Tus ojos son lucha,
Son fuerza, son alma.

lunes, 29 de febrero de 2016

Ahora o nunca



Y desde el fondo del precipicio me miras.
Me comes con la mirada, como si te fueras a desvanecer.
Yo no consigo alcanzar aquel recuerdo ya borrado en mí.
Hay que construir otro, me vomitas con tus pupilas.

Y es que es ahora o nunca. ¿Podré saltar?
No hay vuelta atrás me dicen tus ojos misteriosos.
Pero no es mi voluntad la que decide en mis pasos.
La incertidumbre me corroe como el veneno.

Y no consigo atisbar el porqué de tus contradicciones.
Ayer me gritaste vete y hoy, ven. Me susurras:
Ahora o nunca. Ahora o nunca.
Es tiempo de decidir, la aguja ha llegado a su ocaso.



domingo, 7 de abril de 2013

RELOJ DE ARENA

El balanceo del viento provoca olas de recuerdo
que le sobrevienen a la princesa de los deseos
evocaciones de un ayer que ya pasó efímero
al ser tan feliz aquel tiempo, y ahora, éste, triste.

La princesa tiene en su alcoba un reloj de arena roto
Rumor de olas, arrullando; brisa marina, acariciando.
Y la arena que sostiene preñando el reloj de arena
esa, la cogió un día del fondo del océano azul

Como su mirada penetrante, al extraviarse tanto tiempo,
hacia paisajes lejanos desconocidos por su entendimiento.
La princesa cae enferma de un desconocimiento total
y sus recuerdos avivan la llama aún candorosa, de su felicidad.

Unos versos me han sido arrebatados por la princesa
aquella que no tiene más tiempo que el fijado por el reloj de arena
el cual, cansado de hacer su laboor un dia perecerá,
como las gaviotas tristes que vuelan sin saber por qué.

jueves, 7 de marzo de 2013

AMBIVALENCIA INCANDESCENTE

Y cuando el deseo nubla mi vista y me impide
a un tiempo no reconocer mis sentimientos,
me siento vulnerable de no controlarme
pues soy como una hoja que tiene de guía
el viento.

La ambivalencia de las soledades que teje en mí
recuerdos de un día nublado, y la inquietud surca
senderos donde no distingo la claridad de la sombra.
Y es miseria, pero también alegría, dos caras de la misma
moneda.

Y si te dijera que mis conflictos son los mismos
que tus alegrías te reirías, como ya lo hiciste una vez.
Y de sentimientos encontrados vivo, en un mar de duda,
en un lago de ocasos efímeros, donde no distingo
mi rostro.

El llanto nunca fue tan alegre, ni la risa tan pésima
la soledad nunca es tan amarga ni la compañía tan sincera.
Y donde me acuesto cada noche desde hace ya muchos años
no consigo distinguir tampoco, hacia donde se fugan
mis sueños.

domingo, 10 de febrero de 2013

INFINITUD IMPERMANENTE

Con mis hilos mágicos, creo surcos que más tarde deshago,
y mi ansia por conocer más senderos no conoce límites.
En el espacio tiempo que me ha sido concedido me autorealizo
siempre buscando en mi interior mi esencia pura, la que me hace yo.

Y tiño de amaneceres mis ganas de conocerme cada día
como si tuviera una larga espiral dentro que nunca se acabara.
Las olas de mi conciencia hacen vaivenes deordenados
los cuales intento perseguir, pescar dentro de la marea de mi mente

Soy un ave que vuela tan alto como puede, pero que volaría más
si el cielo claro fuera más extenso, pues sé que alas no me faltan
En algún lugar de un pequeño país me perdí confundida
entre tanta mágica algarabía de sueños que no se realizaron.

La infinitud es impermanente en mi mente de pájaro ávil
y veo a mis ideas partir, me desprendo de una parte de mí
la locuacidad del deseo de ser libre llega a límites inconcedibles
en los que el horizonte no es una línea recta, como siempre creí.

Y como si la vida se me escapara, doy un salto, el último quizás
y no me importa este hecho pues es imposible perecer, pienso
entre tanta mágica discordia, entre tanto sublime despertar contínuo
donde tiño de amaneceres mis ganas de conocerme cada día.